Adorar a Cristo
Mateo 2: 1, 2 Cuando Jesús nació en Belén de
Judea en días del rey Herodes, vinieron del oriente a Jerusalén unos magos, diciendo: ¿Dónde está el rey de los judíos,
que ha nacido? Porque su estrella hemos visto en el oriente, y venimos a
adorarle.
Mateo 2:11
Y al entrar en la casa, vieron al niño con su madre María, y
postrándose, lo adoraron; y abriendo sus tesoros, le ofrecieron presentes: oro,
incienso y mirra.
Mateo 14:31 Al momento Jesús, extendiendo la mano, asió
de él, y le dijo: !Hombre de poca fe! ¿Por qué dudaste? Y cuando ellos subieron
en la barca, se calmó el viento. Entonces los que estaban en la barca vinieron
y le adoraron, diciendo: Verdaderamente eres Hijo de Dios.
Tentación
de Jesús
Mateo 4:2- 11
Entonces Jesús fue llevado por el Espíritu al desierto, para ser tentado
por el diablo. Y después de haber ayunado cuarenta días y cuarenta noches, tuvo
hambre. Y vino a él el tentador, y le
dijo: Si eres Hijo de Dios, di que estas piedras se conviertan en pan. El respondió y dijo: Escrito está: No sólo de
pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios.
Entonces el diablo le llevó a la santa ciudad, y le puso sobre el pináculo del
templo, y le dijo: Si eres Hijo de Dios,
échate abajo; porque escrito está: A sus ángeles mandará acerca de ti, En sus
manos te sostendrán, Para que no tropieces con tu pie en piedra. Jesús le dijo: Escrito está también: No
tentarás al Señor tu Dios. Otra vez le llevó el diablo a un monte muy alto, y
le mostró todos los reinos del mundo y la gloria de ellos, y le dijo: Todo esto te daré, si postrado me
adorares. Entonces Jesús le dijo: Vete,
Satanás, porque escrito está: Al Señor tu Dios adorarás, y a él sólo servirás.
El diablo entonces le dejó; y he aquí vinieron ángeles y le servían.
El Sermón del Monte
Mateo
5:1- 12 Viendo la multitud, subió al monte; y
sentándose, vinieron a él sus discípulos. Y abriendo su boca les enseñaba, diciendo: Bienaventurados
los pobres en espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos. Bienaventurados
los que lloran, porque ellos recibirán consolación. Bienaventurados los mansos, porque ellos recibirán la tierra por heredad. Bienaventurados
los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos serán saciados. Bienaventurados
los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia. Bienaventurados los
de limpio corazón, porque ellos verán a Dios. Bienaventurados los
pacificadores, porque ellos serán llamados hijos de Dios. Bienaventurados los que padecen persecución
por causa de la justicia, porque de ellos es el reino de los cielos. Bienaventurados
sois cuando por mi causa os vituperen y os persigan, y digan toda clase de mal
contra vosotros, mintiendo. Gozaos y alegraos, porque vuestro galardón es
grande en los cielos; porque así persiguieron a los profetas que fueron antes
de vosotros.
Abrogar la Ley
Mateo 5:17- 20
No penséis que he venido para abrogar la ley o los profetas; no he
venido para abrogar, sino para cumplir. Porque de cierto os digo que hasta que pasen
el cielo y la tierra, ni una jota ni una tilde pasará de la ley, hasta que todo
se haya cumplido. De manera
que cualquiera que quebrante uno de estos mandamientos muy pequeños, y así
enseñe a los hombres, muy pequeño será llamado en el reino de los cielos; mas
cualquiera que los haga y los enseñe, éste será llamado grande en el reino de
los cielos. Porque os digo que si vuestra justicia no fuere mayor que la de los
escribas y fariseos, no entraréis en el reino de los cielos.
Repudiar a la Mujer
Mateo 5:31, 32 También
fue dicho: Cualquiera que repudie a su mujer, dele carta de divorcio. Pero yo
os digo que el que repudia a su mujer, a no ser por causa de fornicación, hace
que ella adultere; y el que se casa con la repudiada, comete adulterio.
Mateo 19:3- 6 Entonces vinieron a
él los fariseos, tentándole y diciéndole: ¿Es lícito al hombre repudiar a su
mujer por cualquier causa? Él,
respondiendo, les dijo: ¿No habéis leído que el que los hizo al principio,
varón y hembra los hizo, y dijo: Por
esto el hombre dejará padre y madre, y se unirá a su mujer, y los dos serán una
sola carne? Así que no son ya más dos,
sino una sola carne; por tanto, lo que Dios juntó, no lo separe el hombre.
Mateo 19:9- 11 Y yo os digo que
cualquiera que repudia a su mujer, salvo por causa de fornicación, y se casa
con otra, adultera; y el que se casa con la repudiada, adultera. Le dijeron sus discípulos: Si así es la
condición del hombre con su mujer, no conviene casarse. Entonces él les dijo:
No todos son capaces de recibir esto, sino aquellos a quienes es dado.
Justicia Propia
Mateo
6:1 Guardaos de hacer vuestra
justicia delante de los hombres, para ser vistos de ellos; de otra manera no
tendréis recompensa de vuestro Padre que está en los cielos.
No Sepa tu Derecha lo Que Hace la
IzquierdaenCuanto a la Limosna
Mateo 6:2- 4 Cuando,
pues, des limosna, no hagas tocar trompeta delante de ti, como hacen los
hipócritas en las sinagogas y en las calles, para ser alabados por los hombres;
de cierto os digo que ya tienen su recompensa. Mas cuando tú des limosna, no sepa tu
izquierda lo que hace tu derecha, para
que sea tu limosna en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará
en público.
Como se Debe Orar
Mateo 6:5- 8 Y cuando ores, no seas como los
hipócritas; porque ellos aman el orar en pie en las sinagogas y en las esquinas
de las calles, para ser vistos de los hombres; de cierto os digo que ya tienen
su recompensa. Mas tú, cuando ores, entra en tu aposento, y cerrada la puerta,
ora a tu Padre que está en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te
recompensará en público. Y orando, no
uséis vanas repeticiones, como los gentiles, que piensan que por su palabrería
serán oídos. No os hagáis, pues,
semejantes a ellos; porque vuestro Padre sabe de qué cosas tenéis necesidad,
antes que vosotros le pidáis.
Las Riquezas
Mateo 6:19- 21
No os hagáis tesoros en la tierra, donde la polilla y el orín corrompen,
y donde ladrones minan y hurtan; sino
haceos tesoros en el cielo, donde ni la polilla ni el orín corrompen, y donde
ladrones no minan ni hurtan. Porque
donde esté vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón.
Mateo 6:24 Ninguno puede servir a
dos señores; porque o aborrecerá al uno y amará al otro, o estimará al uno y
menospreciará al otro. No podéis servir a Dios y a las riquezas.
Mateo 6:33 Mas buscad primeramente
el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas.
Mateo 8:18- 20 Viéndose Jesús rodeado de mucha gente, mandó
pasar al otro lado. Y vino un escriba y le dijo: Maestro, te seguiré
adondequiera que vayas. Jesús le dijo: Las zorras tienen guaridas, y las aves
del cielo nidos; mas el Hijo del Hombre no tiene dónde recostar su cabeza.
Falsos Obreros
Mateo 7:15, 16 Guardaos de los falsos profetas, que vienen a
vosotros con vestidos de ovejas, pero por dentro son lobos rapaces. Por sus frutos los conoceréis. ¿Acaso se
recogen uvas de los espinos, o higos de los abrojos?
No todo el que me
dice: Señor, Señor
Mateo 7:21- 23
No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos,
sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos. Muchos me dirán en aquel día: Señor, Señor,
¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu
nombre hicimos muchos milagros? Y entonces les declararé: Nunca os conocí;
apartaos de mí, hacedores de maldad.
Persecución
Mateo 10:16, 17
He aquí, yo os envío como a ovejas en medio de lobos;(F) sed,
pues, prudentes como serpientes, y sencillos como palomas. Y guardaos de los hombres, porque os
entregarán a los concilios, y en sus sinagogas os azotarán;
Mateo 10:21- 25 El hermano
entregará a la muerte al hermano, y el padre al hijo; y los hijos se levantarán
contra los padres, y los harán morir. Y seréis aborrecidos de todos por causa
de mi nombre; mas el que persevere hasta el fin, éste será salvo. Cuando os
persigan en esta ciudad, huid a la otra; porque de cierto os digo, que no
acabaréis de recorrer todas las ciudades de Israel, antes que venga el Hijo del
Hombre. El discípulo no es más que su maestro, ni el siervo más que su señor. Bástale al discípulo ser como su maestro, y
al siervo como su señor. Si al padre de familia llamaron Belcebú, ¿cuánto más a
los de su casa?
Mateo 10:26 Así que, no los
temáis; porque nada hay encubierto, que no haya de ser manifestado; ni oculto,
que no haya de saberse.
Mateo 10:32, 33 A cualquiera,
pues, que me confiese delante de los hombres, yo también le confesaré delante
de mi Padre que está en los cielos. Y a cualquiera que me niegue delante de los
hombres, yo también le negaré delante de mi Padre que está en los cielos.
No penséis que he
venido para traer paz a la tierra
Mateo 10:34- 39
No penséis que he venido para traer paz a la tierra; no he venido para
traer paz, sino espada. Porque he venido
para poner en disensión al hombre contra su padre, a la hija contra su madre, y
a la nuera contra su suegra; y los
enemigos del hombre serán los de su casa. El que ama a padre o madre más que a
mí, no es digno de mí; el que ama a hijo o hija más que a mí, no es digno de
mí; y el que no toma su cruz y sigue en
pos de mí, no es digno de mí. El que
halla su vida, la perderá; y el que pierde su vida por causa de mí, la hallará.
El que a vosotros
recibe, a mí me recibe
Mateo
10:40 El que a vosotros recibe, a mí me recibe;
y el que me recibe a mí, recibe al que me envió. El que recibe a un
profeta por cuanto es profeta, recompensa de profeta recibirá; y el que recibe
a un justo por cuanto es justo, recompensa de justo recibirá. Y cualquiera que dé a uno de estos pequeñitos
un vaso de agua fría solamente, por cuanto es discípulo, de cierto os digo que
no perderá su recompensa.
Mateo 11:28- 30 Venid a mí todos
los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar. Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de
mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras
almas; porque mi yugo es
fácil, y ligera mi carga.
He aquí mi madre y
mis hermanos
Mateo 12:46- 50 Mientras él aún
hablaba a la gente, he aquí su madre y sus hermanos estaban afuera, y le
querían hablar. Y le dijo uno: He aquí tu madre y tus hermanos están afuera, y
te quieren hablar. Respondiendo él al que le decía esto, dijo: ¿Quién es mi
madre, y quiénes son mis hermanos? Y
extendiendo su mano hacia sus discípulos, dijo: He aquí mi madre y mis
hermanos. Porque todo aquel que hace la
voluntad de mi Padre que está en los cielos, ése es mi hermano, y hermana, y
madre.
Y no hizo allí
muchos milagros, a causa de la incredulidad de ellos.
Mateo 13:53- 58
Aconteció que cuando terminó Jesús estas parábolas, se fue de allí. Y venido a su tierra, les enseñaba en la
sinagoga de ellos, de tal manera que se maravillaban, y decían: ¿De dónde tiene
éste esta sabiduría y estos milagros? ¿No es éste el hijo del carpintero? ¿No se
llama su madre María, y sus hermanos, Jacobo, José, Simón y Judas? ¿No están todas sus hermanas con nosotros? ¿De
dónde, pues, tiene éste todas estas cosas? Y se escandalizaban de él. Pero Jesús les
dijo: No hay profeta sin honra, sino en su propia tierra y en su casa. Y no hizo allí muchos milagros, a causa de la
incredulidad de ellos.
Mateo
18:1- 7 En aquel
tiempo los discípulos vinieron a Jesús, diciendo: ¿Quién es el mayor en el
reino de los cielos? Y
llamando Jesús a un niño, lo puso en medio de ellos, y dijo: De cierto os digo, que si no os
volvéis y os hacéis como niños, no entraréis en el reino de los cielos. Así que, cualquiera que se humille como este
niño, ése es el mayor en el reino de los cielos. Y cualquiera que reciba en mi nombre a un niño
como este, a mí me recibe. Y cualquiera que haga tropezar a alguno de estos
pequeños que creen en mí, mejor le fuera que se le colgase al cuello una piedra
de molino de asno, y que se le hundiese en lo profundo del mar. !Ay del mundo por los tropiezos! porque es
necesario que vengan tropiezos, pero !ay de aquel hombre por quien viene el tropiezo!
Sus ángeles en los
cielos ven siempre el rostro de mi Padre
Mateo 18:10
Mirad que no menospreciéis a uno de estos pequeños; porque os digo que
sus ángeles en los cielos ven siempre el rostro de mi Padre que está en los
cielos.
Donde están dos o
tres congregados en mi nombre
Mateo 18:15- 20 Por tanto, si tu
hermano peca contra ti, ve y repréndele estando tú y él solos; si te oyere, has
ganado a tu hermano. Mas si no te oyere, toma aún contigo a uno o dos, para que
en boca de dos o tres testigos conste toda palabra. Si no los oyere a ellos, dilo a la iglesia; y
si no oyere a la iglesia, tenle por gentil y publicano. De cierto os digo que
todo lo que atéis en la tierra, será atado en el cielo; y todo lo que desatéis
en la tierra, será desatado en el cielo. Otra vez os digo, que si dos de
vosotros se pusieren de acuerdo en la tierra acerca de cualquiera cosa que
pidieren, les será hecho por mi Padre que está en los cielos. Porque donde están dos o tres
congregados en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos.
Mateo 18:34, 35 Entonces su señor,
enojado, le entregó a los verdugos, hasta que pagase todo lo que le debía. Así también mi Padre celestial hará con
vosotros si no perdonáis de todo corazón cada uno a su hermano sus
ofensas.
Mateo 23:2- 7 En la cátedra de
Moisés se sientan los escribas y los fariseos. Así que, todo lo que os digan que guardéis,
guardadlo y hacedlo; mas no hagáis conforme a sus obras, porque dicen, y no
hacen. Porque atan cargas pesadas y difíciles de llevar, y las ponen sobre los
hombros de los hombres; pero ellos ni con un dedo quieren moverlas. Antes, hacen todas sus obras para ser vistos
por los hombres. Pues ensanchan sus filacterias, y extienden los flecos de sus mantos; y aman los primeros asientos en las cenas, y
las primeras sillas en las sinagogas, y
las salutaciones en las plazas, y que los hombres los llamen: Rabí, Rabí.
Y no llaméis padre
vuestro a nadie en la tierra
Mateo 23:9 Y no llaméis padre
vuestro a nadie en la tierra; porque uno es vuestro Padre, el que está en los
cielos.
Porque se
levantarán falsos Cristos, y falsos profetas
Mateo 24:4-28 Respondiendo Jesús, les dijo: Mirad que nadie
os engañe. Porque vendrán muchos en mi
nombre, diciendo: Yo soy el Cristo; y a muchos engañarán. Y oiréis de guerras y rumores de guerras;
mirad que no os turbéis, porque es necesario que todo esto acontezca; pero aún
no es el fin. Porque se levantará
nación contra nación, y reino contra reino; y habrá pestes, y hambres, y
terremotos en diferentes lugares. Y todo
esto será principio de dolores. Entonces
os entregarán a tribulación, y os matarán, y seréis aborrecidos de todas las
gentes por causa de mi nombre. Muchos tropezarán entonces, y se entregarán unos
a otros, y unos a otros se aborrecerán. Y muchos falsos profetas se levantarán,
y engañarán a muchos; y por haberse
multiplicado la maldad, el amor de muchos se enfriará. Mas el que persevere hasta el fin, éste será
salvo. Y será predicado este evangelio del reino en todo el mundo, para
testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá el fin. Por tanto, cuando veáis en el lugar santo la
abominación desoladora de que habló el profeta Daniel (el que lee, entienda), entonces los que estén en Judea, huyan a los
montes. El que esté en la azotea, no
descienda para tomar algo de su casa; y
el que esté en el campo, no vuelva atrás para tomar su capa. Mas !ay de las que
estén encintas, y de las que críen en aquellos días! Orad, pues, que vuestra huida no sea en
invierno ni en día de reposo; porque habrá entonces gran tribulación, cual no
la ha habido desde el principio del mundo hasta ahora, ni la habrá. Y si aquellos días no fuesen acortados, nadie
sería salvo; mas por causa de los escogidos, aquellos días serán acortados. Entonces, si alguno os dijere: Mirad, aquí
está el Cristo, o mirad, allí está, no lo creáis. Porque se levantarán falsos Cristos, y falsos
profetas, y harán grandes señales y prodigios, de tal manera que engañarán, si
fuere posible, aun a los escogidos. Ya os lo he dicho antes. Así que, si os dijeren: Mirad, está en el
desierto, no salgáis; o mirad, está en los aposentos, no lo creáis. Porque como el relámpago que sale del oriente
y se muestra hasta el occidente, así será también la venida del Hijo del
Hombre. Porque dondequiera que estuviere el cuerpo muerto, allí se juntarán las
águilas.
Apartaos de mí,
malditos, al fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles
Mateo 25:31- 46
Cuando el Hijo del Hombre venga en su gloria, y todos los santos ángeles
con él, entonces se sentará en su trono de gloria, y serán reunidas delante de
él todas las naciones; y apartará los unos de los otros, como aparta el pastor
las ovejas de los cabritos. Y pondrá las
ovejas a su derecha, y los cabritos a su izquierda. Entonces el Rey dirá a los de su derecha:
Venid, benditos de mi Padre, heredad el reino preparado para vosotros desde la
fundación del mundo. Porque tuve
hambre, y me disteis de comer; tuve sed, y me disteis de beber; fui forastero,
y me recogisteis; estuve desnudo, y me
cubristeis; enfermo, y me visitasteis; en la cárcel, y vinisteis a mí. Entonces
los justos le responderán diciendo: Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, y te
sustentamos, o sediento, y te dimos de beber? ¿Y cuándo te vimos forastero, y te recogimos,
o desnudo, y te cubrimos? ¿O cuándo te
vimos enfermo, o en la cárcel, y vinimos a ti? Y respondiendo el Rey, les dirá: De cierto os
digo que en cuanto lo hicisteis a uno de estos mis hermanos más pequeños, a mí
lo hicisteis. Entonces dirá también a
los de la izquierda: Apartaos de mí, malditos, al fuego eterno preparado para
el diablo y sus ángeles. Porque tuve
hambre, y no me disteis de comer; tuve sed, y no me disteis de beber; fui forastero, y no me recogisteis; estuve
desnudo, y no me cubristeis; enfermo, y en la cárcel, y no me visitasteis. Entonces también ellos le responderán
diciendo: Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, sediento, forastero, desnudo,
enfermo, o en la cárcel, y no te servimos? Entonces les responderá diciendo: De cierto
os digo que en cuanto no lo hicisteis a uno de estos más pequeños, tampoco a mí
lo hicisteis. E irán éstos al castigo
eterno, y los justos a la vida eterna.
Porque siempre
tendréis pobres con vosotros
Mateos 26:6- 11
Y estando Jesús en Betania, en casa de Simón el leproso, vino a él una mujer, con un vaso de alabastro
de perfume de gran precio, y lo derramó sobre la cabeza de él, estando sentado
a la mesa. Al ver esto, los discípulos
se enojaron, diciendo: ¿Para qué este desperdicio? Porque esto podía haberse vendido a gran
precio, y haberse dado a los pobres. Y
entendiéndolo Jesús, les dijo: ¿Por qué molestáis a esta mujer? pues ha hecho
conmigo una buena obra. Porque siempre
tendréis pobres con vosotros, pero a mí no siempre me tendréis.
Devolvió arrepentido las treinta piezas de plata a los
principales sacerdotes y a los ancianos
Mateo 27:3- 7
Entonces Judas, el que le había entregado, viendo que era condenado,
devolvió arrepentido las treinta piezas de plata a los principales sacerdotes y
a los ancianos, diciendo: Yo he pecado
entregando sangre inocente. Mas ellos dijeron: ¿Qué nos importa a nosotros? !Allá
tú! Y arrojando las piezas de plata en
el templo, salió, y fue y se ahorcó. Los principales sacerdotes, tomando las
piezas de plata, dijeron: No es lícito echarlas en el tesoro de las ofrendas,
porque es precio de sangre. Y después de
consultar, compraron con ellas el campo del alfarero, para sepultura de los
extranjeros.
Por tanto, id, y haced discípulos
a todas las naciones
Mateo 28:18- 20
Y Jesús se acercó y les habló diciendo: Toda potestad me es dada en el
cielo y en la tierra. Por tanto, id, y
haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y
del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que
os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del
mundo. Amén.
Recuerden Hermanos que Cuando el Pastor Decide Hacer una Diablura Siempre Terminará la Oveja Siendo el Peor Diablo Para así él Poder Justificarse Ante los Hombres.
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